(Foto de Aaron Burden)
¡Hola! ¿Cómo estás? Tranqui que hoy no vengo a darte la chapa con los beneficios de comer caracoles.
Bueno, solo un poquito pero muy rápido, te lo prometo. Resulta que los caracoles son una gran fuente de fósforo y calcio. Son mmmmmmmmuy recomendables para dietas contra el sobrepeso gracias a su bajo aporte calórico y graso. Si eres deportista ojo a su alto valor en proteínas, clave para tus músculos. Además contienen hierro y facilitan la digestión y la asimilación de energía de otros alimentos. Y hasta aquí. ¿A que no ha sido para tanto?
En realidad, hoy venía a contarte algo sorprendente: los caracoles viven mejor que tú.
Esa no te la esperabas, a que no. Y es que, si algo podemos aprender de los caracoles es a seguir su vida slow. ¿Hace cuánto que no te paras a saborear los pequeños momentos? En la era de la inmediatez parece que se nos ha olvidado disfrutar de las cosas buenas de la vida. Pegarte una buena siesta de verano sin ponerte alarma. Pasar la tarde en casa leyendo. Ver una puesta de sol. Dedicar a los tuyos el tiempo que merecen. Oye, ni se te ocurra coger el móvil, que has estado meses sin verlos. Dedicar tiempo a los demás, decía. Sí, sí, ese mismo que te gustaría que te dedicasen. También el mismo que deberías guardar para ti y todo aquello que te da paz mental.
En definitiva, tiempo de calidad, sin agobios, sin prisas.
La prueba de que vives a toda mecha es que no llevas ni 300 palabras y ya te estás cansando de leer esto. ¿Cómo es posible? Y mientras mira los caracoles. Ahí, en su ramita, monísimos ellos. Moviéndose poco a poco, sin estrés. ¡Así de ricos saben luego! Pero hablando en serio, prueba a tomarte las cosas con más calma. Verás como todo a tu alrededor empieza a mejorar.
Puedes empezar ahora mismo.
Cuando termines de leer estas palabras, ponte en una posición cómoda, espalda recta, cierra los ojos y controla tu respiración durante diez segundos. Empieza...ahora.
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¿Cómo te sientes?
Ya me irás contando tus sensaciones si te animas a poner en práctica esta filosofía slow.
¡Feliz semana!
